¿Porqué La Biblia Tiene 2 Testamentos?

Dios quiso comunicarse poco a poco en la historia, para que la humanidad pudiera acoger su revelación plena en Jesús. La etapa de preparación a la llegada de Jesús, el Hijo de Dios, se reconoce como Antiguo Testamento, y la etapa que va del nacimiento de Jesús a la vida de las primeras comunidades cristianas se llama Nuevo Testamento. «El Antiguo Testamento prepara el Nuevo mientras que éste da cumplimiento al Antiguo; los dos se esclarecen mutuamente; los dos son verdadera Palabra de Dios».9 Nuestra fe cristiana tiene estrecha relación con la fe judía, expresada en el Antiguo Testamento, y algunos actos litúrgicos clave en nuestra iglesia, como la Eucaristía, se originan en eventos centrales judíos como la pascua.

1. Antiguo Testamento.

En el Antiguo Testamento, Dios elige a Abrahán y a sus descendientes para formar el pueblo de Dios, y realiza una alianza con Moisés, a quien le dio la Ley. El Antiguo Testamento presenta la historia religiosa del pueblo de Dios (llamado hebreo, israelita o judío, según la época). Algunos cristianos identifican el Antiguo Testamento como «Escrituras Hebreas».

2. Nuevo Testamento.

En el Nuevo Testamento, Dios se revela en plenitud, dándonos a su Hijo: Jesús, el Salvador del mundo. Jesús era judío y reafirmó las creencias centrales del Antiguo Testamento. Con sus palabras y obras nos comunicó que Dios es nuestro Padre; con su misterio pascual realizó la alianza nueva y eterna, y nos dió al Espíritu Santo para que seamos sus discípulos y proclamemos sus enseñanzas. Los libros del Nuevo Testamento conservan las principales enseñanzas de Jesús y las creencias de la comunidad cristiana sobre él.

¿Por qué la Biblia Católica tiene más libros que otras Biblias?

El pueblo judío determinó los escritos inspirados por Dios y los consideró sus Escrituras Sagradas, constituidas por cuatro secciones: Pentateuco, Históricos, Proféticos y Otros Escritos. Los judíos tradicionales desconfiaban de los libros que habían sido escritos en griego por los judíos en la diáspora, mientras que estos últimos sí los consideraban revelados. Dichos libros son: Tobías, Judit, Baruc, Eclesiástico, Sabiduría, 1 y 2 de Macabeos, y parte de los libros de Daniel y Ester. El Nuevo Testamento cita parte de estos libros; los apóstoles y los Padres de la Iglesia los reconocían como revelación divina. La Iglesia Católica los acepta y los usa en la liturgia, y les da el nombre de deuterocanónicos, que quiere decir «aprobados la segunda vez». En el siglo XVI, Lutero prefirió la opinión de los judíos tradicionales al traducir la Biblia, y por ello otras iglesias cristianas no los toman en cuenta.

¿La Biblia nos dice la verdad? ¿Hay “errores” en la Biblia?

La Iglesia Católica cree «que los Libros sagrados enseñan sólidamente, fielmente y sin error la verdad que Dios hizo consignar en dichos libros para salvación nuestra». 2 El Magisterio de nuestra iglesia nos da orientaciones que nos ayudan a interpretar correctamente los diferentes sentidos de la Biblia. Algunos grupos cristianos creen que la Biblia es infalible en todos aspectos, incluso en los datos científicos e históricos. La Iglesia Católica y otras iglesias cristianas creemos que esas cuestiones no están incluidas en la infalibilidad de la Biblia.

¿Qué podemos hacer si encontramos un “error” en la Biblia?

Los «errores» que encontramos en la Biblia pueden deberse a problemas de interpretación, de transmisión o de traducción de un texto. Por eso, es importante estudiar la Sagrada Escritura apoyados por personas capacitadas y libros cuidadosamente escritos. Si encontramos «errores» se recomienda hacer lo siguiente: 1. Descubrir qué querían comunicar los autores sagrados y el sentido del texto. 2. Considerar la cultura, los géneros literarios y las formas de sentir, hablar y narrar del tiempo en que se escribió el texto. 3. Ver si el «error» se debe a diferencias culturales y científicas entre el autor y nosotros.

¿Qué son los sentidos de la Biblia?

Se conocen como «sentidos de la Biblia» los diferentes niveles de interpretación que pueden tener los textos bíblicos. Éstos son:

1. Sentido literal.

El sentido literal es el expresado directamente por los autores humanos inspirados por Dios; es indispensable y base para los demás sentidos. Puede ser propio o metafórico, según sea el sentido que dio el autor a las palabras, y puede referirse a una realidad concreta o a distintos niveles de realidad. Por eso es muy importante no caer en el literalismo (interpretar todos los textos al pie de la letra) ni en el subjetivismo (interpretar un texto según lo que el lector capta o desea leer en él).

2. Sentido espiritual.

El sentido espiritual es el expresado por un texto bíblico, cuando se lee a la luz del Espíritu Santo en el contexto del misterio pascual de Cristo y de la vida nueva que proviene de él. Este sentido siempre se basa en el sentido literal. El sentido tipológico, que manejan muchos escritores sagrados, consiste en la interpretación de un texto antiguo a la luz de una nueva experiencia de fe y es un ejemplo del sentido espiritual.

3. Sentido pleno.

El sentido pleno es un sentido profundo del texto, querido por Dios, pero no claramente expresado por el autor humano. Se descubre a la luz de otros textos bíblicos o en su relación con el desarrollo interno de la revelación. En realidad, el sentido pleno, si es que lo hubiera, sería ya el senti – do espiritual del texto en cuestión, y sólo puede darlo la Sagrada Escritura, la Tradición o el Magisterio de la Iglesia.

Por lo tanto, puede decirse que un texto tiene básicamente dos sentidos: el literal y el espiritual o pleno. Primero hay que buscar el sentido literal para poder descubrir el espiritual. Después hay que preguntarse si además existe algún sentido pleno-espiritual.