La formación fue impartida por el hermano Ernesto Hernández y la hermana Natalia Bermúdez, quienes forman parte del equipo de formación de la Parroquia Nuestra Señora de Los Desamparados de Morazán Yoro.

La Parroquia de Santa Rita de Casia ha llevado a cabo una formación intensiva para los Ministros Extraordinarios de la Sagrada Comunión los días 3 y 4 de agosto de 2024. Esta formación tuvo como objetivo preparar a los laicos seleccionados para desempeñar este importante ministerio, asegurando que cumplan con las necesidades litúrgicas y pastorales de la comunidad. A continuación, se presenta un resumen detallado de los temas abordados durante la formación:

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1. ¿Qué es un Ministro Extraordinario de la Sagrada Comunión?

Un Ministro Extraordinario de la Sagrada Comunión es un laico autorizado para distribuir la Eucaristía cuando un sacerdote o diácono no está disponible o en situaciones donde la cantidad de fieles es tan grande que requiere asistencia adicional. Estos ministros, conocidos como Ministros Extraordinarios de la Sagrada Comunión, desempeñan un ministerio laical contemplado en la Iglesia Católica y estipulado en el Canon 230, párrafo tercero del Derecho Canónico. Este canon establece: “Donde lo aconseje la necesidad de la Iglesia y no haya ministros, pueden los laicos, aunque no sean lectores ni acólitos, suplirles en algunas de sus funciones, es decir, ejercitar el ministerio de la palabra, presidir las oraciones litúrgicas, administrar el bautismo y dar la sagrada Comunión según la prescripción del derecho”.

2. ¿Por qué la Iglesia regula la liturgia?

La Iglesia regula la liturgia para mantener la uniformidad y la reverencia en las celebraciones eucarísticas. Esto asegura que todos los fieles, sin importar dónde se encuentren, puedan participar en una liturgia que sea fiel a las enseñanzas y tradiciones de la Iglesia.

3. ¿Cuándo se debe llamar a un ministro?

Un ministro de la Sagrada Comunión es llamado en las siguientes circunstancias:

  • Cuando no hay un sacerdote, diácono o acólito disponible.
  • Cuando los ministros ordenados presentes están impedidos por otras responsabilidades pastorales, problemas de salud o edad avanzada.
  • Cuando la cantidad de fieles es tan grande que la distribución de la comunión se alargaría demasiado.

4. Requisitos para ser ministro

Para ser un Ministro de la Sagrada Comunión, el candidato debe:

  • Estar adecuadamente instruido en la doctrina de la Iglesia.
  • Ser recomendable por su vida, fe y costumbres.
  • No ser alguien cuya designación pudiera causar admiración negativa entre los fieles, tal como se especifica en el canon 231 del Derecho Canónico, que también establece la necesidad de la debida formación, conciencia y generosidad para ejercer este ministerio laical.

5. Selección de ministro

La selección de los ministros es un proceso riguroso que involucra la recomendación de miembros de la comunidad y la aprobación del párroco. Los candidatos deben demostrar un fuerte compromiso con la fe y una vida ejemplar.

6. Estilo de vida del ministro

El ministro debe llevar un estilo de vida que refleje los valores cristianos. Debe ser un modelo de fe, caridad y humildad para la comunidad, participando activamente en la vida parroquial y manteniendo una vida de oración constante.

7. Entrenamiento del ministro

El entrenamiento incluye instrucción teológica sobre la Eucaristía, formación litúrgica y práctica en la distribución de la comunión. También se les enseña cómo llevar la comunión a los enfermos y los protocolos a seguir en diversas situaciones pastorales.

8. Terminología del ministro

Durante la formación, los participantes aprenden la terminología específica relacionada con su ministerio, incluyendo términos litúrgicos y eucarísticos, para asegurar una comprensión clara y precisa de sus responsabilidades.

Necesidad de este Ministerio

La constitución de este ministerio se basa en la necesidad de garantizar que la Eucaristía sea accesible a todos los fieles, especialmente en circunstancias donde los sacerdotes y diáconos no pueden hacerlo por sí mismos. Según el documento pontificio Immensae Caritatis de S.S. Pablo VI, del 29 de enero de 1973, la necesidad se justifica en los siguientes casos:

  • La ausencia de un sacerdote, diácono o acólito.
  • La imposibilidad de los ministros ordenados para distribuir la comunión debido a otras responsabilidades pastorales, problemas de salud o edad avanzada.
  • La cantidad excesiva de fieles que requiere la asistencia para evitar prolongar innecesariamente la Misa.

El Código de Derecho Canónico, promulgado el 25 de enero de 1983, en sus cánones 230 y 231, proporciona la base legal para este ministerio, asegurando que los laicos estén adecuadamente formados y comprometidos con sus responsabilidades litúrgicas.

Conclusión: La formación para Ministros de la Sagrada Comunión en la Parroquia de Santa Rita de Casia ha sido una iniciativa fundamental para asegurar que todos los fieles puedan acceder a la Eucaristía de manera reverente y ordenada. La Iglesia, a través de este ministerio, continúa velando por las necesidades espirituales de sus hijos, haciendo accesible el Cuerpo de Cristo a todos aquellos que lo necesiten.

Categorías: Avisos

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