Escrito por Juan Carlos Pineda Zepeda

Historia Religiosa y Fe Católica en La Comunidad de El Mineral, El Progreso, Yoro, Comunidad atendida pastoralmente por la Parroquia Santa Rita de Casia, Diócesis de Yoro. Habitan unas 200 personas.

La comunidad de El Mineral se originó en la década de los 60, cuando los primeros habitantes llegaron atraídos por la riqueza natural de la zona. Ubicada en un entorno montañoso a 7 kilómetros de La Mina, en El Progreso, Yoro. En el camino de la Mina al Mineral a 3 kilometros hay una enorme piedra que supura un lodo anaranjado, rodeada de pequeñas piedritas triangulares de forma natural.

Este lugar, conocido como “La Piedra del Mineral”, inspiró el nombre de la comunidad, que comenzó a tomar identidad propia en los años 90, al diferenciarse de su anterior extensión territorial, Riberas de las Minas. Desde entonces, El Mineral ha crecido como un núcleo de vida rural, donde sus habitantes han cultivado la tierra y también una rica cultura comunitaria.

La Tradición del Señor de Esquipulas inicio en los años 70, los primeros habitantes trajeron consigo una devoción muy arraigada: la celebración anual del Señor de Esquipulas cada 15 de enero. Esta tradición, o religiosidad popular la celebraban en su lugar de origen Marcala, La Paz, consistía en realizar una semana de festividades que iniciaban con un rezo al Señor de Esquipulas y 7 dias después culminaban con una gran fiesta bailable. Sin embargo, en los años 90, cuando la Palabra de Dios llegó a la comunidad, esta celebración de la palabra de Dios adquirió un carácter más espiritual. Se conservó el rezo anual y se dejaron atrás las fiestas bailables, por tanto, se comenzó a celebrar con las eucaristías y las celebraciones de la palabra de Dios. La construcción del templo en honor al Señor de Esquipulas, que comenzó en el año 2005, fue un acontecimiento importante que solidificó esta devoción en la comunidad.

Acompañamiento Pastoral y Formación de Delegados Desde finales de los años 90, la comunidad recibió un fuerte acompañamiento pastoral. El Padre Luis Amor, un sacerdote jesuita, y los delegados de la Palabra de Dios de la cercana comunidad de Victorias de la Guacamaya, brindaron guía y apoyo espiritual a los habitantes de El Mineral. En esos tiempos, los niños, jóvenes y adultos debían caminar dos horas para llegar a Victorias y recibir catequesis y formación en los sacramentos del bautismo y la confirmación. Fue en ese contexto que se formaron los primeros delegados locales: Don Julio Matute (quien comenzó en 1995 y sigue vigente) y Amado Gómez (quien sirvió desde el año 2000 hasta 16 de agosto de 2020, cuando falleció).

Evolución de la Comunidad Religiosa En los años 90, El Mineral comenzó a desarrollar una identidad propia, y gracias a la influencia pastoral y el acompañamiento de la comunidad de Victorias de la Guacamaya, surgieron nuevas formas de organización y vida comunitaria. En 1998, se formó el primer grupo juvenil, coordinado por Juan Carlos Pineda Zepeda y Eladio Martínez, con el apoyo de la Pastoral Juvenil de Santa Rita de Casia. Este grupo fue impulsado por visitas de coordinadores parroquiales como Roberto Euceda y Gabriel Ayala, quienes fortalecieron el desarrollo espiritual de los jóvenes.

A lo largo de las décadas, varios sacerdotes han acompañado a la comunidad: el Padre Luis Amor en los años 90, el Padre Andrés Colindres en la primera década del 2000, el Padre Marvin Salas desde 2012 hasta 2022, y actualmente, el Padre José Mártir Galeano desde 2022. Cada uno ha dejado una huella significativa en el crecimiento de la fe y las obras en El Mineral.

La Fe Católica y el Desarrollo Social A lo largo de los años, la comunidad ha crecido en términos de fe, y también en su desarrollo social, siempre bajo la visión de que un buen cristiano católico debe tener tanto fe como obras, según las enseñanzas del Padre Luis Amor y la Doctrina Social de La Iglesia Católica. La celebración de la vida sacramental ha sido un pilar: los niños han sido bautizados, los jóvenes han confirmado su fe y varias parejas han recibido el sacramento del matrimonio. También se han celebrado eucaristías frecuentes, fortaleciendo la vida espiritual de la comunidad. También se coordinan eventos de misión para intercambiar experiencias de fe donde el Delegado de La Palabra visita otra comunidad y otros delelegados vienen a la comunidad en el mes de octubre dedicado a la misión en La Iglesia Católica, aunado a ello están los encuentros de comunidades que se realizan mensualmente.

Desde el año 2000, las catequesis se establecieron en la comunidad, eliminando la necesidad de largos desplazamientos, y hasta el día de hoy se continúa con esta formación religiosa. No existen hermanos evangélicos en El Mineral; la fe católica se ha mantenido firme y ha sido una fuerza motriz para el desarrollo social, que se refleja en la organización del patronato comunitario y la construcción de estructuras de servicio.

El legado espiritual y social que comenzó con la llegada de la fe católica en los años 90 sigue vivo hoy en día, y la misión de la Iglesia continúa guiando el desarrollo integral de El Mineral.

Categorías: Avisos

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